La leyenda del árbol de los colgados; una historia de amor y terror.

En la Explanada de la Alcaldía Tlalpan se encuentra un árbol que es conocido como “El árbol de los Colgados”. El cual tiene muchas leyendas, les compartimos una que no están conocida, fue narrada por Ellie Arreguín en el programa de Leyendas.

Martín era el ayudante del herrero del pueblo, se dedicaba hacer los arreglos las herraduras a los caballos. Era un joven con muchos sueños y secretos; uno de los secretos era que estaba enamorado de Blanca la hija del tendero, le llevaba serenatas y poemas muy continuamente.

Un día tocó a la casa de Blanca, pero le abrió el padre y Martín le dijo “Señor, buenas noches. Vengo a pedir permiso para cortejar a su hija”. El tendero que sabía que Martín no tenía dinero, le cerró la puerta y le dijo que no buscara más a su hija.

Vago por las calles, pidiéndole a la luna que le diera un consejo, camino y camino hasta encontrarse con un enorme árbol que en las sombras se veían muchos bultos. De repente, un rayo de la luna pegó directamente en algo dorado que se encontraba entre las ramas, intrigado se acercó al árbol y vio que era una chaqueta del ejército francés.

Muerto de miedo escaló el árbol y arrancó los botones de oro de la chaqueta del francés.

Al día siguiente renunció a su trabajo y se compró un caballo . Noche tras noche regreso al árbol para quitar los botones de oro de las chaquetas de los franceses, hasta que un día se atoró su mano en uno de los bolsillos y se encontró monedas de oro.

Martín se volvió rico de todo lo que se robó de las chaquetas de los franceses, lo junto todo y construyó una finca que sería el regalo de bodas para su amada Blanca. Ya terminada, volvió a la casa del tendero, pero el rumor de que Martín era rico se esparció por el pueblo, así que el tendero lo recibió extremadamente bien y sirvió una cena de delicioso manjares.

El padre de Blanca le pregunto “ de donde viene tu riqueza”, le contestó que era una herencia, “pero vengo a decirle que amo a su hija y quiero casarme con ella”, dijo Martín.

La boda sería la mejor del pueblo, se mandó hacer el vestido con las mejores telas, tendría el mejor vino y comida.

Por última vez Martín fue al árbol a quitar un anillo de esmeraldas que tenía el General y pensó que era ideal para su esposa.

Antes de casarse le confesó a Blanca que su dinero venía del árbol de los colgados. Ya en la ceremonia, cuando Martín le dio las monedas en la mano, la mujer se convirtió completamente en ceniza.

Con información de Ellie Arreguín

https://www.youtube.com/channel/UC7VbUI4OwCuYgmyr6cUMVnA